Dicen que cada país tiene el Congreso que se merece. Yo no me creo ese cuento. El Perú es un país de ciudadanos largamente más honestos, trabajadores y solidarios que quienes han ocupado curules en los últimos parlamentos. Con honradas excepciones, la política ha sido capturada por quienes encuentran en ella un medio para servirse sin pensar un minuto en quienes los llevaron adonde están.
El Congreso no puede seguir perteneciendo a mafias que usan el poder para salvar a sus jefes de aprietos judiciales. Tampoco debe pertenecer a quienes están en política para cuidar los negocios oscuros de unos pocos. El Congreso pertenece únicamente a las ciudadanas y ciudadanos. Y a ellos hay que devolvérselo. Este no es un pedido ambicioso, es solo reclamar lo que es nuestro. Pero para alcanzarlo no podemos seguir siendo sujetos pasivos.
Las marchas de noviembre nos dieron un ejemplo de lo que podemos conseguir cuando ejercemos nuestra ciudadanía a plenitud. Cuando nuestra voz suena, a los políticos no les queda otra que escuchar. Pero, además de demandar una mejor política, también debemos estar listos para ofrecerla con nuestra participación. Esto no es fácil: se trata de una profesión desprestigiada, con altos riesgos reputacionales y hasta judiciales. Pero la política no se hace porque sea fácil, sino porque es importante. Porque cuando la dejamos en manos de quienes entran por las razones incorrectas, todos perdemos.
MIRA: Tres deseos para el 2021
Por eso he decidido pisar la cancha. Postulo al Congreso por Victoria Nacional por Lima. Tengo varias motivaciones para hacerlo, pero todas se pueden resumir en una sola gran causa: devolver el Congreso a los ciudadanos. Hagámoslo juntos.
*El autor es candidato al Congreso de la República por Victoria Nacional.
VIDEO RECOMENDADO